Contadi Castaldi Franciacorta Docg Zero 2018 - Contadi Castaldi [en caja] 0,75 lt

Franciacorta Zèrodi Contadi Castaldi procede de una mezcla de uvas Chardonnay (50%) y Pinot Noir (50%). La cosecha se realizó entre finales de agosto y principios de septiembre con un rendimiento de 100 quintales por hectárea. En bodega los racimos fueron prensados suavemente para la elaboración del mosto. La fermentación alcohólica se activó gracias a la inoculación de levaduras seleccionadas, realizándose en depósitos de acero inoxidable por un período de 20 días. La fermentación maloláctica se realizó parcialmente. El vino base tuvo una crianza de 7 meses, parte en acero inoxidable y parte en barrica. Siguiendo las reglas del Método Clásico, la segunda fermentación responsable de la segunda fermentación tuvo lugar en botella donde Zèro di Contadi Castaldu reposó durante 38-42 meses en contacto con las levaduras. La dosis, como su nombre indica, es de 0 gramos/litro.
FRANCIACORTA ZERO CONTADI CASTALDI: DEGUSTACIÓN
El Franciacorta Zèro de Contadi Castaldi se presenta en la copa con un intenso color amarillo pajizo amenizado por un fino perlaje. En nariz libera aromas de fruta de grosella negra y pulpa blanca que se combinan con notas cítricas de pomelo y notas de cáscara de nuez y corteza de pan. En boca es intenso y equilibrado, realzado por una elegante mineralidad y un frescor vertical que invita a un segundo sorbo. Excelente como aperitivo, en la mesa acompaña bien con embutidos y quesos así como con deliciosas recetas marineras.

Contadi Castaldi es una de las bodegas emblemáticas de la historia milenaria de Franciacorta. Una de las muchas canteras de este territorio dio vida al horno Biasca, el antiguo edificio que ahora alberga la bodega. En la segunda mitad del siglo XX, Vittorio Moretti se hizo cargo del horno desmantelado por una razón principal, vinculada a los recuerdos de la infancia de su esposa Mariella, quien en ese lugar, perteneciente a su madrina, pasó tardes extraescolares. En la década de 1980, Vittorio y Mariella decidieron convertir juntos el horno en una bodega, aprovechando sus grandes volúmenes y largas galerías de cocción de ladrillo, perfectas para refinar sus espumosos y dar la bienvenida a los amantes del vino. Así, el antiguo lugar de trabajo cambió su funcionalidad recurriendo a la tierra y al viñedo, pero no ha traicionado sus orígenes manteniendo intactas la sobriedad y la serenidad; de las granjas lombardas.

Estimado entre martes 24 septiembre y lunes 30 septiembre.

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